martes, 19 de noviembre de 2013

Poemas escatológicos.

Versos escritos por anónimos poetas en los maltratados aseos de los bares, restaurantes y estaciones de trenes olvidados. Me llegó en uno de esos power-points que nos reenviamos unos a otros con ánimo de compartir, aquello que es realmente incompartible e imposible de comunicar realmente, aquello que tan sólo puede ser alcanzado con la propia experiencia en el camino de la vida. Sin embargo no puedo yo ser menos y quisiera darles a estos versos perdidos una nueva vida, un nuevo hogar, pintarrajeados en arial 12 y enmarcados en la pared catódica de mi propio aseo digital. Por cierto siento deciros que... no queda papel.
Poemas.
Frente a este frío muro
labrado en piedra
lloraba mi triste culo
Unas lágrimas de mierda.

Yo tengo un peso amarillo,
tengo un peso colorao.
Me pesan los calzoncillos...
...parece que me he cagao.

En caso de incendio... salir cagando

De los placeres del mundo
el que más te hace gozar
es fumarte un cigarrillo
a la hora de cagar.

Cuando la suerte se empeña
en joder al desgraciado,
por más que se limpie el culo
siempre le queda cagado.

Si cagar fuera un crimen
y la mierda un contrabando,
llamen a la policía
porque me estoy cagando
A la orilla de la mar
yo me fui a cagar.

Le pedí a Manuel
que me trajera papel.
Pero el muy cabrón
me trajo cartón,
y si no me fijo
el culo me lijo.

En este triste cagadero
busco en vano el papel
con los tres ojos abiertos
y no puedo dar con él.

El pedo es un suspiro
que brota del corazón
y sale por el culo
por una equivocación.

Cagar da gusto,
oler da pena,
no seas cabrón
y tira de la cadena.

Si tú te sientes pintor
y tus dedos son pinceles,
píntale el culo a tu madre
y no pintes las paredes.

Los escritores de baño
son poetas de ocasión
que buscan en la mierda
su fuente de inspiración.

Qué triste es amar sin ser amado,
pero es más triste cagar sin haber almorzado
En este lugar y en este agujero,
termina el esfuerzo del buen cocinero.

En este pequeño rincón
hasta el más hombre se baja el pantalón.

La duración del minuto depende de qué lado de la puerta del baño estés.

Mea feliz, mea contento,
pero ¡cabrón!... mea pa'dentro.

En este lugar sagrado,
donde tanta gente acude
la mujer se pasa el dedo
y el hombre se la sacude.

En este lugar sagrado
donde acude tanta gente
hace fuerza el más cobarde
y se caga el más valiente.

Lo dijo Sócrates
lo afirmó Platón:
la última gota
me quedó en el pantalón.

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